El 43 por ciento del pescado que se come proviene de granjas

El 43 por ciento del pescado que se come proviene de granjas

media:entermedia_image:52ce64c9-f140-43b4-a5c5-243e23585959
El 43 por ciento del pescado que se consume en el mundo procede de granjas y no de capturas en el mar, según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dado a conocer hoy.

“El estado mundial de la acuicultura 2006”, la FAO señala que en 1980 ese porcentaje llegaba a sólo el nueve por ciento.

La acuicultura produce más de 45 millones de toneladas de pescado anuales, por un valor que supera los 60 millones de dólares.

El crecimiento de esa industria responde a un aumento de la demanda, sobre todo de los países desarrollado, dice la FAO.

Mientras tanto, el nivel de capturas de pescado en el mar ha permanecido estable desde mediados de la década de 1980 y la Organización calcula que no hay indicios de que aumente.

“Las capturas marinas son todavía elevadas, pero se han estabilizado, probablemente de forma definitiva”, explicó Rohana Subasinghe, del Departamento de Pesca de la FAO.

Auguró que esta estabilización, unida a una creciente población mundial y el incremento de la demanda de consumo de pescado per cápita, creará dificultades.

El informe de la FAO estima que serán necesarias 40 millones de toneladas adicionales de pescado en 2030 tan solo para mantener los actuales niveles de consumo. La única opción para satisfacer la demanda futura, será la producción en piscifactorías.

“La acuicultura podría cubrir la diferencia entre el abastecimiento y la demanda, pero existen otros factores que pueden empujar la producción en dirección opuesta, haciendo difícil que la industria crezca de forma suficiente para cubrir la demanda en las próximas décadas”, explica el documento.

La acuicultura ha experimentado un fuerte crecimiento desde mediados de la década de 1980, con un crecimiento cercano al 8 por ciento anual. Hoy en día continúa su expansión en casi todas las regiones del mundo, con la excepción notable de África subsahariana.

Pero la FAO está preocupada de que ese impulso podría disminuir si los gobiernos y las agencias de desarrollo no ajustan sus políticas para responder a las crecientes dificultades que amenazan el futuro crecimiento del sector.

Una de las principales dificultades, asegura la FAO, es la falta de inversiones que padecen los productores en los países en desarrollo, junto a la escasez de tierra y de agua dulce para la acuicultura.