América Latina: Seminario trinacional debatirá desarrollo de biocombustibles

América Latina: Seminario trinacional debatirá desarrollo de biocombustibles

Un seminario internacional de agroenergía y biocombustibles debatirá en Santiago de Chile a fines de este mes las prometedoras potencialidades para la región de los combustibles provenientes de fuentes naturales renovables, informó hoy la oficina regional de la FAO.

Al encuentro, el 27 y 28 de julio, asistirán ministros y expertos de Argentina, Brasil y Chile, junto Gustavo Best, especialista bioenergético de la FAO (Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación).

Brasil es uno de los pioneros y líderes mundiales en el uso de biocombustibles: el alcohol proveniente de la caña de azúcar mueve una proporción importante del parque vehicular del país.

En los años 80, la proporción de automóviles movidos por alcohol de caña llegó a 90 por ciento en Brasil, pero bajó radicalmente por la incapacidad de la industria azucarera de abastecer el mercado. Ante el alza de los precios del petróleo en los últimos años la producción de automotores alternativos volvió a crecer.

En respuesta, las empresas automovilísticas brasileñas desarrollaron un tipo de motor llamado “total flex” que funciona con cualquier proporción de alcohol y gasolina en su combustión.

“Hay muchos tipos de biocombustibles – desde la leña tradicional que se usa para cocinar de una manera muy ineficiente, a aquellos sofisticados producidos a partir de biomasa cultivada con ese propósito”, dijo Best en una entrevista reciente.

China, Alemania, Francia y Holanda utilizan desde hace décadas los excrementos animales para producir gas, resolviendo de paso un grave problema ambiental, agregó Best.

Los combustibles se pueden desarrollar “a partir de árboles de rápido crecimiento, cereales, aceites vegetales, residuos agrícolas o, como en el caso de Brasil, de la caña de azúcar”, agregó.

Ante la inestabilidad de los precios del petróleo y la exagerada dependencia de combustibles fósiles por parte de la economía mundial, la FAO ha insistido desde hace tiempo en una forma de energía que no implica riesgos, ni está condenada a desaparecer, dijo el organismo en un comunicado.