La UNESCO condena asesinato de fotógrafo filipino

Koïchiro Matsuura advirtió que cuando “la violencia representa una amenaza para los periodistas también lo es para toda la sociedad”, y cuando los delitos contra ellos permanecen impunes el futuro del país peligra”.
Orsolino trabajaba para un diario en la ciudad de Calooncan y fue muerto el pasado día 16 cuando dos individuos le dispararon mientras se desplazaba en su automóvil.
Según la Federación Internacional de Periodistas, éste es el cuarto asesinato de un comunicador en el país en lo que va del año y el 78 desde la restauración de la democracia en 1986. Esto coloca a Filipinas en el segundo lugar más peligroso para ejercer la profesión después de Iraq.