FAO implementa programa contra plaga de ratas en Tuvalu

FAO implementa programa contra plaga de ratas en Tuvalu

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La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) informó hoy que Tuvalu, una de las naciones más pequeñas y remotas del planeta ubicada en el archipiélago polinesio, afronta una invasión de ratas negras, o Rattus rattus, que arrasa con la principal cosecha de exportación del país: los cocos.

Los cocos y la copra (frutos desecados de los que se extrae el aceite de coco) son la fuente principal de ingresos para los isleños, aparte de los derechos de autor que obtienen del alquiler del sufijo de Internet del país a una empresa estadounidense por 50 millones de dólares

Las ratas, que pueden saltar hasta un metro de altura y desplazarse de árbol en árbol, dañan más del 60% de la producción de nueces de coco verde.

La FAO asiste a los 9.000 habitantes de Tuvalu en el combate a las ratas con un proyecto ecológico de gestión de plagas, cuyo valor se estiman en 200.000 dólares.

El programa está a cargo de un experto local de desratización que enseñará a los cultivadores de coco cómo deshacerse de las ratas sin dañar al ecosistema. Una de las prioridades del plan es salvaguardar la población de cangrejos del cocotero, una especie endémica en vías de extinción.

Estos cangrejos son conocidos también como “cangrejos ladrones”. Normalmente, su tamaño es el de un gato pequeño, pero pueden llegar a alcanzar los 80 cm, lo que los convierte en los invertebrados terrestres más grandes del mundo. Sus pinzas son lo bastante fuertes como para levantar piedras de cerca de 30 kilos.

Su alimento preferido son los cocos, pero a diferencia de las ratas, los cangrejos esperan a que el fruto se caiga del árbol para poder comérselo.

El proyecto de la FAO prevé el uso de latas de piña australianas recicladas con cebos en su interior tratados con raticida. Las latas colgarán estratégicamente de alambres fuera del alcance de los cangrejos jóvenes, pero no de las Rattus rattus.

Alrededor de los troncos de los cocoteros se colocarán tiras de metal para impedir la subida de las ratas y de los cangrejos.

Los resultados del proyecto se trasladarán a otros programas de desratización en la región, según explicó la FAO.