El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) anunció que ya trabaja en 230 sitios de los más de 300 en que se construirán nuevas escuelas resistentes a los terremotos en Aceh y otras áreas de Indonesia devastadas por el terremoto y el subsecuente tsunami de diciembre de 2004.
La edificación de escuelas forma parte del compromiso contraído por UNICEF tras el desastre.
Esta iniciativa costará 90 millones de dólares y tomará al menos tres años para completarse.
Los centros de enseñanza se construyen siguiendo los estándares de seguridad para las zonas sísmicas y garantizan, además, el abastecimiento de agua potable y la existencia de baños separados para niños y niñas, así como para discapacitados.
Las escuelas también incluyen un mínimo de seis aulas, lavabos, oficinas para maestros, patios y áreas de recreo, y paredes deslizables entre los salones para permitir que los profesores y las comunidades tengan salas de usos múltiples.
Inmediatamente después del tsunami que costó la vida de unas 200.000 personas y dejó más de medio millón de desamparados en Indonesia, UNICEF empezó a distribuir carpas para improvisar escuelas y que los niños no interrumpieran su educación.
A la fecha, cerca de 70.000 estudiantes se ha beneficiado con las más de mil carpas repartidas por UNICEF.