OMC: China registra uno de los crecimientos más rápidos del mundo
Las reformas económicas progresivas de China, que han abierto su economía al comercio y a la inversión internacionales, y han hecho que el país registre uno de los crecimientos más rápidos del mundo, señaló la Organización Mundial del Comercio (OMC), en un informe sobre las políticas y prácticas comerciales chinas.
Destacó que el PIB per cápita chino se multiplicó casi por nueve desde 1978, según el informe les de China publicado por la Secretaría de la OMC.
“Las reformas comerciales y estructurales en curso, a las que la adhesión de China a la OMC en 2001 ha dado un impulso adicional, han hecho que ocupe actualmente el tercer lugar en importancia entre los países que comercian y que haya pasado a ser uno de los mayores receptores de inversión extranjera directa”, destaca el informe.
Agrega que gracias a estas reformas, la proporción de la población china que vive en la pobreza ha descendido de un 73 por ciento en 1990 a un 32 por ciento en 2003.
Sin embargo, aclara, ha aumentado simultáneamente la disparidad de los ingresos, especialmente entre las regiones de la costa y del interior y entre las zonas urbanas y rurales.
Los obstáculos al comercio y a la inversión han disminuido considerablemente, en parte debido a los compromisos contraídos en el marco de la OMC. No obstante, el informe señala que el Gobierno continúa interviniendo en la “gestión” del comercio, entre otras cosas, por razones de abastecimiento interno.
La continuación de la reforma estructural aumentará el desempleo en determinados sectores y a lo largo del próximo decenio habrá que crear más de 100 millones de puestos de trabajo, añade el estudio.
Observa que tal vez sea necesario volver a evaluar la política actual consistente en atraer la inversión en actividades manufactureras orientadas a la exportación y de gran intensidad de capital, para conceder mayor importancia a la supresión de los obstáculos a la expansión del sector de los servicios.
Por otra parte, considera que el Gobierno tiene que acelerar sus esfuerzos para mejorar la calidad de la mano de obra, a fin de apartarse de las industrias tradicionales que hacen un uso intensivo de mano de obra poco cualificada y optar por una producción con mayor valor añadido.