UNICEF urge a Belarús, Rusia y Ucrania a aprobar legislación de yodación universal de sal

UNICEF urge a Belarús, Rusia y Ucrania a aprobar legislación de yodación universal de sal

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) urgió hoy a los gobiernos de Belarús, la Federación de Rusia y Ucrania a aprobar la legislación de yodación universal de sal para evitar enfermedades por deficiencia de yodo.

En este sentido, recordó que el número de niños que desarrollaron cáncer de tiroides en Chernobyl podría haber disminuido considerablemente con el uso de sal yodada en su dieta diaria cuando ocurrió el accidente.

Con motivo del 20º aniversario de la explosión del reactor nuclear, la directora regional de UNICEF para Europa Central y del Este, Maria Calivis, indicó que el consumo regular de sal yodada “podría haber hecho la diferencia” para los 4.000 niños de aquel entonces que ahora padecen cáncer de tiroides.

Agregó que además de las 400.000 personas que debieron abandonar sus hogares, cinco millones aún viven en áreas contaminadas y 100.000 dependen todavía de la ayuda humanitaria.

Calivis explicó que la población de las zonas afectadas por el accidente nuclear tenía deficiencia de yodo en el momento del desastre y recalcó que aún hoy persiste esta carencia nutricional.

Pese a los esfuerzos para la aprobación de una legislación universal sobre la yodación de la sal, en Belarús, la Federación de Rusia y Ucrania todavía se está debatiendo el tema. “Después de 20 años no puede haber excusa para retrasarla más”, puntualizó Anatoly Karpov, embajador regional de UNICEF.

“La yodación universal de la sal es la manera más efectiva de garantizar que todos los niños consuman suficiente yodo, además de que es la forma más económica de conseguirlo, ya que cuesta sólo cuatro centavos de dólar por persona al año”, recalcó.

La deficiencia de yodo es la principal causa del retraso mental a nivel mundial y puede disminuir el promedio de coeficiente intelectual en 15 puntos. Asimismo, la carencia de yodo durante el embarazo afecta el desarrollo del cerebro del feto, lo que causa el nacimiento de 2,4 millones de bebés con discapacidades mentales cada año.