Bolivia pide asistencia internacional para asistir a damnificados por inundaciones.

Los ríos Grande, Guanay, Tipuani, Mapiri y Challana, entre otros, se desbordaron provocando aluviones en las ciudades de La Paz y Trinidad, y en varias comunidades rurales en todo el país.
Del mismo modo, la lluvia dio lugar a deslaves y bloqueos de caminos, lo que ha aislado a algunos poblados rurales, especialmente en la zona de Los Yungas y San Borja, en los departamentos de La Paz y Beni.
Por el momento se calcula que unas 600 viviendas fueron dañadas, además de que se destruyeron algunos puentes menores y se perdió la cosecha de decenas de miles de hectáreas.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Defensa Civil, unas 3.500 familias –17.500 personas – requieren asistencia tras los siniestros.
En vista de que ésta es la temporada de lluvias en Bolivia, el Servicio Meteorológico Nacional ha previsto que las precipitaciones continuarán por varias semanas más.
El Equipo de la ONU para la Administración de Situaciones de Desastre llamó a las organizaciones no gubernamentales a coordinar la asistencia humanitaria.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) en colaboración con las autoridades bolivianas realiza una evaluación de las áreas damnificadas y distribuye víveres en Santa Cruz y La Paz.
Los informe preliminares destacan la necesidad de palas, picos, carretas, alimentos, medicinas, agua y productos desinfectantes.