Guatemala: FAO urge a rehabilitar sector agrícola tras paso de huracán Stan

Guatemala: FAO urge a rehabilitar sector agrícola tras paso de huracán Stan

Los daños provocados por la tormenta tropical Stan en los cultivos en Guatemala tendrán un impacto negativo en la seguridad alimentaria de los grupos vulnerables de población en las zonas afectadas y obligarán a un notable esfuerzo para rehabilitar el sector agrícola y mejorar la preparación ante casos de desastre, advirtió hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Las regiones de la costa sur del Pacífico y del altiplano occidental guatemalteco fueron las más castigadas por el temporal, que afectó a unas 61.000 hectáreas de cultivos. Stan golpeó al inicio de la temporada de recolección de maíz y frijol, provocando importantes pérdidas en dos cultivos de subsistencia que son la base de la dieta de la población (entre 60 y 90% de la producción, según una evaluación preliminar realizada por la organización de la ONU).

La ganadería también se vio afectada, en especial los animales de granja (gallinas, cerdos), que constituyen un valioso recurso para los campesinos pobres. También se señalaron daños en cultivos comerciales y en equipamientos agrícolas e infraestructuras, sobre todo carreteras y puentes.

El impacto de Stan fue moderado en comparación con el Producto Interno Bruto (PIB) agropecuario del país, pero su efecto fue notable sobre las familias campesinas que cultivan pequeñas parcelas en zonas de ladera, con insuficientes insumos agrícolas. Se estima que más de 155.000 familias pobres perdieron en parte o totalmente sus activos de capital físico y su producción. Esto implica que aunque hay granos disponibles, existe un grupo importante de familias sin los recursos para comprarlo.

En Guatemala la pobreza afecta al 57% por ciento de la población total, de la cual el 21,5% vive en situación de extrema pobreza.

“Existe un gran número de familias dedicadas a la agricultura de subsistencia que han perdido sus reservas y que tienen muy poco poder adquisitivo, por lo que pueden enfrentarse a la escasez de alimentos al carecer de ingresos para comprar en el mercado”, señaló Ian Cherrett, representante de la FAO en Guatemala, quien precisó sin embargo que “el país tiene suficiente grano para atender a las necesidades del mercado interno”.

Por otra parte, las consecuencias del paso de Stan en el sector agropecuario de El Salvador fueron en general de menor envergadura que en los países vecinos, resultando afectados los cultivos de frijol, maíz, arroz, café y algodón, en especial en las zonas del litoral, así como la infraestructura de regadío y viaria.

La FAO ha puesto en marcha sendos proyectos con la finalidad de ayudar a las autoridades guatemaltecas y salvadoreñas en la rehabilitación del sector agrícola y lograr un uso eficaz de los recursos disponibles a través de la evaluación técnica detallada de los daños y la elaboración de un plan a corto y medio plazo. Las propuestas elaboradas a través de estos proyectos están siendo presentadas a posibles donantes.

Los expertos de la FAO consideran prioritario preparar una estrategia a mediano y largo plazo para reducir la vulnerabilidad de aquellas comunidades rurales que frecuentemente son afectadas por las lluvias torrenciales, típicas de un clima tropical. Esta estrategia debería incluir un mejor manejo de las cuencas con enfoque en el cambio de los sistemas de producción y manejo de los recursos naturales.

Tras el paso de Stan la ONU realizó un llamamiento de urgencia para Guatemala en el que la FAO solicitaba 3,5 millones de dólares para asistencia de emergencia y rehabilitación del sector agropecuario y de la pesca. Sin embargo, la comunidad de donantes todavía no ha dado una respuesta, por lo que se corre el riesgo que la situación entre los grupos más vulnerables se agrave todavía más.