Codex adopta más de veinte normas alimentarias

Codex adopta más de veinte normas alimentarias

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La Comisión del Codex Alimentarius (CAC) adoptó en su reunión anual más de veinte normas alimentarias destinadas a proteger la salud del consumidor y promover reglas más justas en el comercio mundial de alimentos, según anunció la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Entre las normas destacan las directrices sobre los complementos de vitaminas y minerales y un código de prácticas para minimizar y frenar la resistencia a los antimicrobianos.

Unos 120 países estuvieron representados en el periodo de sesiones de este año del Codex, además de la Comunidad Europea. El Codex es una comisión que fija las normas internacionales sobre los alimentos, instituido por la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cuenta con 172 miembros.

La adopción de directrices sobre los complementos de vitaminas y minerales fue una de las primeras decisiones tomadas este año por la Comisión. En ellas se establece que el etiquetado debe ofrecer información sobre los niveles máximos de consumo de los complementos, de modo que éstos puedan ser utilizados de una forma segura y efectiva.

Según la OMS, las directrices permiten aprovechar mejor los efectos beneficiosos para la salud de las vitaminas y los minerales.

La nueva normativa promueve la elección de una dieta equilibrada que contenga la cantidad suficiente de vitaminas y minerales. Los complementos solo deberían usarse en los casos en los alimentos no proporcionen la cantidad adecuada de estos componentes.

Asimismo, el Codex acordó en forma provisional la creación de un grupo de trabajo para tratar la cuestión de la resistencia a los antimicrobianos. La decisión formal sobre la cuestión deberá tomarse el año próximo.

La OMS, la FAO y la Organización Mundial de Salud Animal (OIE) han desarrollado directrices en las que se aconseja un uso moderado de antimicrobianos en las enfermedades humanas y la producción animal. El grupo de trabajo será el encargado de aplicar estas medidas para garantizar la inocuidad de los alimentos.

La resistencia antimicrobiana ha sido tema de debate durante años sin que se alcanzara un consenso, lo que requiere la colaboración de diferentes sectores: sanidad y producción animal, salud humana y la industria farmacéutico. El nuevo grupo de trabajo tratará de reunir a todos los sectores implicados y plantear una solución global a un problema que cada vez adquiere mayor envergadura.

La resistencia a los antimicrobianos, como los antibióticos, es una amenaza creciente para la salud pública cuyo origen se encuentra en diversos factores. Entre ellos figura el uso inadecuado de antibióticos por parte de la población y su empleo en los animales destinados al consumo humano, ya sea para tratar enfermedades o para acelerar su crecimiento. El uso de antimicrobianos como pesticidas es otro factor que hace aumentar la resistencia.

Los microorganismos resistentes que se desarrollan en el ganado se pueden transmitir al hombre a través de los alimentos contaminados.

Por otra parte, los participantes en la reunión no alcanzaron un consenso en la cuestión de los derechos de propiedad intelectual sobre la composición y etiquetado del queso parmesano. La Comisión decidió dejar la decisión en suspenso para permitir a las partes implicadas continuar sus negociaciones. Por el momento no se ha fijado una fecha en la cual la Comisión deba volver a examinar la cuestión.