OIT destaca importancia de regular jornadas de trabajo

OIT destaca importancia de regular jornadas de trabajo

En el mundo actual de oficinas virtuales, el trabajo a domicilio y el comercio globalizado, las normas laborales internacionales que limitan la duración de las jornadas de trabajo son vitales para que la competencia entre los países sea justa, afirmó hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Según un estudio preparado por la Comisión de Expertos y Delegados de la OIT en la Conferencia anual de la Organización aunque los convenios referentes al tiempo de trabajo ya no reflejan plenamente las realidades actuales, siguen siendo instrumentos que prescriben normas rigurosas para regular este aspecto de la relación entre trabajadores y empleadores.

La reducción del tiempo de trabajo y, más en concreto, la jornada de ocho horas, constituye una demanda fundamental del movimiento obrero desde mediados del siglo XIX.

En el primer convenio de la OIT, adoptado en 1919, se limitan las horas de trabajo en la industria a ocho horas diarias y a 48 semanales, con ciertas excepciones claramente definidas. En otro Convenio de la OIT (núm. 30), adoptado en 1930, se establecen normas similares para los sectores del comercio y las oficinas.

Posteriormente, otros convenios completaron el marco internacional de la regulación del tiempo de trabajo, garantizando a los trabajadores al menos un día de descanso por semana, y un permiso anual remunerado.

Actualmente, cerca de 20% de la fuerza laboral de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Japón trabaja 50 horas o más a la semana, mientras que en la mayoría de los países europeos tal proporción no llega al 10%.

A finales de la década de 1990, la proporción de los que trabajaban más de 50 horas a la semana en Estados Unidos y Australia pasó del 15 al 20% del total de la población activa. Con un 28,1 y un 21,3% respectivamente, Japón y Nueva Zelanda contaban con la proporción más elevada de personas que trabajaban un número excesivo de horas en los países industrializados.

Por el contrario, en muchos países de la Unión Europea, antes de la ampliación de 2004, el número de personas que trabajaban 50 horas o más a la semana se mantenía muy por debajo del 10%.