FAO: Agricultura urbana impulsa seguridad alimentaria

FAO: Agricultura urbana impulsa seguridad alimentaria

Con el rápido crecimiento de las ciudades en el mundo, las explotaciones agrícolas en el interior o la periferia de áreas urbanas jugarán un papel cada vez mayor para alimentar a su población, anunció señaló hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, por celebrarse este domingo 5 de junio, la FAO subrayó que la agricultura en áreas urbanas y peri urbanas proporciona ya alimentos a cerca de 700 millones de residentes en las ciudades, un cuarto de la población urbana mundial.

El crecimiento de la población en el planeta de aquí al año 2030 se concentrará en las áreas urbanas de los países en desarrollo. Para entonces, cerca del 60% de la población de estos países vivirá en ciudades.

La agricultura urbana aprovecha pequeñas superficies en solares, parques o azoteas para cultivar micro huertos o incluso criar animales de granja o vacas lecheras. La explotación en áreas peri urbanas situadas en las cercanías de los núcleos urbanos permite producir hortalizas y criar aves de corral o ganado para producir leche y huevos.

Según datos de la FAO, el índice de pobreza en muchas ciudades está aumentando, y una proporción cada vez mayor de residentes urbanos encuentra dificultades para acceder a los alimentos que necesitan. En muchos países en desarrollo, los pobres urbanos gastan al menos el 60% de sus ingresos en comida.

Los problemas se complican debido a las carencias en la infraestructura para el transporte de alimentos a los centros urbanos. Las largas distancias, carreteras en mal estado y el caos urbano y la sobrepoblación hacen que se pierda entre el 10 y el 30% del producto durante el transporte.

Además, el estilo de vida moderno en las grandes metrópolis induce a cada vez más gente a consumir una mayor cantidad de grasas y comida rápida y menos fibra y comida casera, por lo que los países en desarrollo se enfrentan a un doble reto: por un lado el fantasma del hambre y por otro el rápido incremento de la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y otras patologías relacionadas con una dieta inadecuada, apuntó el organismo de la ONU.

Agregó que, además de mejorar la calidad de la dieta de las personas, las ventas de los excedentes pueden generar ingresos que se utilicen para comprar más alimentos. Más aún, según la FAO, los micro-huertos pueden rendir hasta 3 dólares al día para las familias con menos recursos.