FAO advierte urgencia de reestablecer servicios veterinarios en Iraq

FAO advierte urgencia de reestablecer servicios veterinarios en Iraq

Los servicios veterinarios en Iraq se encuentran muy deteriorados tras largos años de negligencia y de conflicto, por lo que es necesario actuar con urgencia para proteger de las epidemias tanto al ganado como a la población, advirtió hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Según datos del organismo de la ONU, existen en Iraq cerca de 2,5 millones de cabezas de ganado vacuno, junto a 17 millones de cabras y ovejas. La ganadería es extensiva y los rebaños se desplazan en territorio iraquí y de los países vecinos.

Puesto que la carne, la leche y los huevos son la principal fuente de proteínas para la población, un incremento en las enfermedades del ganado tendría un impacto negativo en el abastecimiento de alimentos y en la seguridad alimentaria.

La FAO estima que ejerciendo un control y vigilancia adecuados de las epizootias, Iraq sería capaz de incrementar su producción ganadera, reduciendo un elevado nivel de importaciones de carne, grasas animales, huevos y productos lácteos.

Los servicios veterinarios iraquíes se han deteriorado en los últimos años y el país se enfrenta a un grave déficit en el servicio de control y preparación frente a emergencias, dos elementos cruciales para combatir enfermedades animales endémicas o importadas, afirmó la FAO.

Explicó que algunas enfermedades transfronterizas, como la fiebre aftosa, el gusano barrenador y la peste de los pequeños rumiantes son especialmente peligrosas en Iraq y su región circundante.

También existe preocupación ante la amenaza de otras enfermedades evitables, entre ellas la septicemia hemorrágica, la viruela caprina y ovina. Algunas patologías que afectan al rendimiento ganadero, como mastitis, brucelosis, fiebre hemorrágica de Congo-Crimea y el ántrax suponen igualmente una amenaza para la salud humana y deberían ser controladas por un servicio veterinario moderno.

Mediante un proyecto de diez millones de dólares, la FAO trabaja en estrecha colaboración con los equipos veterinarios para mejorar la infraestructura de sanidad animal y proteger a los animales de epidemias y enfermedades endémicas, así como para reducir las amenazas a la salud pública.

Entre los elementos clave de esta iniciativa destaca la formación de equipos veterinarios para mejorar su capacidad técnica y de gestión en la vigilancia y control de enfermedades; así como el mejoramiento de las prestaciones de los servicios de campo de veterinarios en el país a través de la obtención de equipamiento clínico adecuado.