La FAO ayuda a huérfanos del SIDA a aprender técnicas agrarias

La FAO ha puesto en marcha 34 Escuelas juveniles de Campo y Vida para agricultores, destinadas a los huérfanos de Kenya, Mozambique, Namibia y Zambia, con plazas para unos 1000 jóvenes. Muchos de ellos no saben cómo cultivar la tierra porque sus padres murieron de SIDA antes de poder transmitirles los conocimientos necesarios.
De los 34 millones de huérfanos que viven en África Subsahariana, más de 11 millones perdieron a sus padres a causa del SIDA. Se estima que para el 2010, más de 20 millones de niños podrían perder padre y madre, o a uno de los dos, debido a esa enfermedad. Los niños huérfanos de SIDA que viven en las zonas rurales están expuestos de forma particular a la malnutrición, a las enfermedades, a todo tipo de abusos y a la explotación sexual.
La FAO trabaja con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otros organismos de Naciones Unidas, con organizaciones no gubernamentales e instituciones locales en la fundación de las Escuelas de Campo y Vida.
Esas instituciones se proponen compartir técnicas agrarias, nociones empresariales y preparación para la vida con huérfanos y niños de 12 a 18 años en situación crítica.
Los niños aprenden a preparar el terreno, a sembrar y trasplantar, a escardar, regar, a controlar las plagas, a utilizar y conservar los recursos disponibles, a emplear y elaborar los cultivos alimentarios, a cosechar y almacenar, y a vender sus productos en el mercado.
Las escuelas contribuyen también a recuperar o reforzar los conocimientos tradicionales sobre cultivos autóctonos, plantas medicinales y biodiversidad.
Además, en ellas se afrontan temas como sensibilización y prevención del VIH/SIDA, igualdad de géneros, protección de la infancia y salud sexual, ofreciendo al mismo tiempo ayuda psicológica y social, educación nutricional, y técnicas de empresa. Las escuelas constituyen un espacio social seguro donde los estudiantes pueden desarrollar la autoestima y la confianza en sí mismos.