Estados parte de Convenio de Estocolmo proponen eliminación de cuatro nuevos productos químicos
Con la participación de 800 delegados gubernamentales, la conferencia sirvió para hacer la primera evaluación desde la entrada en vigor del documento, en mayo del año pasado.
“La conferencia de esta semana sobre el Convenio de Estocolmo ha brindado una lección ejemplar sobre como los países pueden trabajar conjuntamente a través de las Naciones Unidas para encontrar soluciones mundiales a problemas mundiales”, afirmó Klaus Toepfer, director ejecutivo de el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Agregó que los varias organizaciones no gubernamentales han jugado un papel central al enfocar la atención de los gobiernos y del público en general en la necesidad de encarar los contaminantes y señaló que también los gobiernos deben hacer su contribución reduciendo rápidamente los riesgos que los productos químicos tóxicos de vida larga y plaguicidas puedan presentar al medio ambiente y a la salud humana.
La Conferencia estableció un Comité de Revisión que tendrá la labor de evaluar los productos químicos adicionales que podrían ser añadidos a la lista inicial de los 12 Contaminantes Orgánicos Persistentes.
El Comité iniciará su labor con cuatro candidatos: el pirorretardante éter de pentabromodifenilo, los hexaclorociclohexanos –que incluyen el plaguicida lindano-, el plaguicida clodecona y el pirorretardante hexabromobifenil.
Uno de los productos químicos incluidos desde el principio por el Convenio es el DDT. La Conferencia reconoció, sin embargo, que alrededor de 25 países necesitarán continuar con la práctica de pulverizar cantidades controladas de DDT sobre las paredes interiores de las casas para combatir los mosquitos portadores del paludismo.
El progreso realizado en el desarrollo de alternativas efectivas locales que sean seguras y asequibles será revisado nuevamente en tres años. Los delegados estuvieron de acuerdo con las reglas y documentación para recolectar la información necesaria para llevar a cabo tales revisiones.
“La comunidad ambiental esta colaborando con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para asegurar que la eliminación progresiva de los usos de DDT no socave la batalla contra el paludismo y el bienestar de la gente viviendo en zonas susceptibles de paludismo”, dijo el titular del PNUMA.