FAO asiste a población desplazada por guerra en Uganda

FAO asiste a población desplazada por guerra en Uganda

media:entermedia_image:7dc1d264-a106-4355-8d5e-4927f3a0b83c
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) distribuirá semillas, herramientas y formación agrícola a 94.000 familias en situación crítica en los campos de desplazados internos del norte de Uganda con la intención de que reduzcan dependencia de la ayuda alimentaria.

Estas actividades, cuyo presupuesto supera los dos millones de dólares, se centrarán en las familias desplazadas y afectadas por la sequía con acceso seguro a la tierra. Los hogares donde las mujeres o los niños sean cabeza de familia, los ancianos y las familias afectadas por el VIH/SIDA gozarán de atención especial.

“Actualmente esas familias dependen casi completamente de la ayuda alimentaria”, explicó Etienne Peterschmitt, coordinador de emergencia de la FAO para Uganda. “Gracias a nuestra actividad serán más autosuficientes y podrán conseguir algunos ingresos”, agregó.

La guerra que azota el norte del país desde hace 19 años ha provocado el desplazamiento de buena parte de la población que se encuentra en condiciones desesperadas. Un millón cuatrocientas mil ugandeses vive en los campos de refugiados.

“Muchas de estas personas desplazadas tienen acceso a pequeñas parcelas de tierra cultivable cerca de los campos y a veces, cuando la seguridad lo permite, regresan a sus aldeas”, explicó Peterschmitt.

Añadió que los cultivos de ciclo breve, como las hortalizas y los alimentos básicos de crecimiento rápido o los cultivos de gran valor representan un suplemento de micronutrientes y contribuyen a aumentar los ingresos que tanto necesitan esas poblaciones.

Con este programa, cada familia recibirá de diez a 15 kilos de semillas según la tierra disponible en los alrededores del campo o de la proximidad de sus campos de origen.

La dotación comprende una azada junto con variedades enriquecidas de cultivos y hortalizas adaptados específicamente a las condiciones del clima y la agricultura y a las tendencias de mercado de cada una de las zonas designadas. Siempre que sea posible, las semillas se distribuirán junto con las ayudas alimentarias del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para estar seguros de que las semillas se siembren y no se consuman como víveres.

Antes de la distribución, se enseñarán a los agricultores las prácticas agrícolas oportunas y en los campos se aprontarán parcelas para experimentar directamente lo aprendido sobre el terreno.

Los huertos contribuirán a mejorar el régimen de alimentación y serán fuente de dinero extra para las escuelas. Con este fin, la FAO está preparando un manual sobre producción hortícola que pasará a formar parte del programa de estudios.