ONU no encuentra bases para disciplinar a ex funcionario en asunto relacionado con Petróleo por Alimentos

ONU no encuentra bases para disciplinar a ex funcionario en asunto relacionado con Petróleo por Alimentos

El Secretario General de la ONU, Kofi Annan, concluyó que no hay bases para tomar medidas disciplinarias contra su ex jefe de gabinete, Iqbal Riza, quien fue criticado por destruir documentos en un informe de la Comisión Independiente que investiga las acusaciones de presunta mala administración en el programa humanitario Petróleo por Alimentos.

La Comisión liderada por Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, reportó que Riza actuó de manera imprudente y no siguió sus propias directrices, pero no encontró violaciones al reglamento del personal de la ONU, dijo hoy Stephane Dujarric, portavoz de la Organización.

“Después de revisar los hallazgos del más reciente informe Volcker y de consultar con la Oficina de Asuntos Legales y con la Oficina de Recursos Humanos, el Secretario General ha concluido que no hay bases para tomar medidas disciplinarias contra Riza”, señaló portavoz.

Agregó que Annan escribió una carta al funcionario en la que le anunció su decisión y aceptó las disculpas que le había ofrecido anteriormente el ex jefe de gabinete.

En un informe preliminar presentado el mes pasado, Volcker afirmó que al autorizar a un asistente a deshacerse de tres años de archivos, Riza había actuado imprudentemente y contra sus propias indicaciones de no destruir documentos relacionados con el programa humanitario para Iraq.

“Sabiendo que el Secretario General había iniciado una investigación formal sobre el programa, Riza debería haber tenido en cuenta en el momento de autorizar la destrucción, que sus archivos podrían ser solicitados en las pesquisas”, apuntó el informe de la Comisión.

El programa Petróleo por Alimentos operó de 1996 a 2003, administrado por la ONU, con la intención de aliviar al pueblo iraquí de las sanciones impuestas por la comunidad internacional al régimen de Sadam Hussein.

Con este plan, Iraq vendía ciertas cantidades de petróleo para comprar alimentos, medicinas y otros bienes de primera necesidad. Se calcula que unos 27 millones de iraquíes se beneficiaron con la iniciativa.