UNODC sugiere a Colombia estrategias antinarcóticos que no dañen el medio ambiente
En una ponencia en la Universidad de Magdalena, Santa Marta, Calvani añadió que las distintas formas de interdicción juntan un daño con otro. Las fuerzas militares o la policía destruyen los laboratorios y sus contenidos quemándolos o derramando las sustancias en los suelos y en los ríos.
Advirtió que a mediano plazo, las fumigaciones no tienen el efecto deseado. Los cocaleros se adentran cada vez más en la selva virgen, destruyendo amplias zonas de bosque para establecer nuevos cultivos.
La salida a los cultivos ilícitos más eficaz y ecológicamente sostenible es el desarrollo alternativo con criterios participativos, sostuvo Calvini.
Añadió que para ofrecer alternativas a los cultivos ilícitos hace falta invertir sumas importantes en el campo social, el sector agropecuario y la infraestructura regional.
Por otra parte, el funcionario pidió a los países que producen sustancias químicas para la elaboración de cocaína que redoblen sus esfuerzos para evitar el desvío de sus exportaciones lícitas con fines ilegales.
Colombia es el primer productor mundial de coca y el primero de amapola del hemisferio occidental.