UNESCO inaugura Puente Viejo en Mostar como símbolo de reconciliación en los Balcanes

La construcción del monumento –réplica exacta del original del siglo XVI a cargo de la UNESCO- costó 15 millones de dólares y fue posible gracias a numerosas donaciones internacionales.
El puente, de 20 metros de alto y 30 de largo, se edificó con bloques de la misma veta de mármol blanco que fueron encajados, combinando viejas técnicas con nueva tecnología.
Flanqueado por dos torres fortificadas, el arco de arquitectura otomana se derrumbó sobre el Río Neretva cuando fue destruido por su valor simbólico en los enfrentamientos de Bosnia y Herzegovina.
Koïchiro Matsuura, director general de la UNESCO y el líder de la presidencia tripartita bosnia, Sulejman Tihic, fueron los encargados de inaugurar la obra en una ceremonia a la que asistieron líderes y figuras políticas de toda Europa.
“Estamos en Mostar para respirar la vida fresca de un monumento que es una herencia excepcional y que, después de haber sido utilizado como blanco, debe convertirse en un poderoso símbolo de reconocimiento de la identidad plural fundada en la confianza mutua”, dijo Matsuura.