PMA pide cooperación para alimentar a damnificados de accidente en Corea del Norte
El equipo de la ONU que viajó a ese país para determinar las necesidades humanitarias de la población afectada visitó a los heridos por la explosión de los ferrocarriles en Ryongchon, poblado ubicado al norte de Pyongyang, cerca de la frontera con China.
Tony Banbury, director regional para Asia del PMA, inició la distribución de comida entre los 360 heridos de gravedad –muchos de los cuales son niños- que reciben tratamiento de emergencia. El resto de las raciones se repartió entre los cerca de 7.000 damnificados que se albergan en edificios públicos que no fueron dañados o con familiares y amigos.
“El PMA ha estado a la vanguardia de esta operación de emergencia y nuestra intención es permanecer aquí el tiempo que haga falta”, señaló Banbury.
Agregó que el siniestro significa una nueva responsabilidad para el PMA, que de por sí carece de los fondos suficientes para alimentar a los 6,5 millones de personas afectadas por la sequía en Corea del Norte.
El objetivo del PMA es abastecer a los necesitados de ese país con un mínimo de 1.000 toneladas adicionales de comida –cargamento valuado en un millón de dólares- en los próximos 30 días. Este reparto se sumaría a las 484.000 toneladas de asistencia alimentaria que la agencia calcula distribuir este año a 6,5 millones de norcoreanos.
Hasta ahora, el PMA ha recibido solamente 12 millones de dólares de los 171 millones que calcula necesarios para cumplir su misión en Corea del Norte, por lo que ha hecho un nuevo llamamiento a países e instituciones donantes para que reúnan esta cantidad.
Según los especialistas de la ONU que evalúan la magnitud de los daños del accidente ferroviario, además de la emergencia alimentaria, existe una necesidad urgente de medicinas y equipo médico.
El accidente se produjo el jueves pasado en la estación de Ryongchong, en una zona residencial, cuando dos trenes cargados de combustible chocaron, causando una explosión de gran alcance que dejó 161 muertos y más de 1.300 heridos, además de destruir 1.850 casas.