Iraq debe celebrar elecciones pronto, pero no antes de que las condiciones sean propicias, dice enviado de la ONU
El proceso electoral en Iraq no debe estar condicionado a ningún plazo, dijo hoy Lakhdar Brahimi, asesor especial del Secretario General de la ONU y líder del equipo técnico que visita ese país con el objetivo de establecer si es viable celebrar comicios directos antes de la transferencia de soberanía, programada para el 30 de junio.
“Necesitamos organizar las elecciones tan pronto como sea posible, pero no antes de que sean posibles”, puntualizó Brahimi ante la prensa, luego de reunirse en Bagdad con el Consejo de Gobierno de Iraq.
Interrogado sobre supuestas declaraciones de que no hay tiempo suficiente para llamar a las urnas a la población antes de que la coalición ocupante entregue el poder a los iraquíes, el enviado de la ONU aclaró: “Lo que he dicho y repito ahora es que hay consenso respecto a que el gobierno permanente de Iraq –que reconstruirá el país- debe conformarse por la vía electoral.”
Sin embargo, recordó Brahimi, antes de convocar a elecciones deben cumplirse las condiciones necesarias para que éstas se lleven a cabo adecuadamente. “Los miembros de nuestro equipo están conversando sobre este tema con muchos sectores de la sociedad iraquí”, recalcó.
El diplomático agregó que tiene confianza en que la decisión sobre la viabilidad de las elecciones en los próximos cuatro meses del Secretario General, Kofi Annan, sea bienvenida en Iraq.
Las recomendaciones de Annan, explicó Brahimi, serán imparciales y “no tendrán otro objetivo que facilitar las cosas para la población iraquí, que vive momentos muy difíciles”.
Añadió que las consultas de la delegación que encabeza terminarán en los próximos días y que a su vuelta a Nueva York presentará un informe a Annan, quien, además de sus sugerencias para el proceso electoral, propondrá una fecha para los comicios.
El equipo técnico de la ONU se encuentra en Iraq desde el sábado pasado elaborando un informe basado en pláticas con un amplio espectro de la sociedad iraquí para determinar si es posible organizar las votaciones antes del 30 de junio o, de no ser así, hacer propuestas alternativas.