ACNUR considera positivo el balance de su labor el año anterior
Ruud Lubbers, titular del ACNUR, destacó las operaciones de repatriación y reintegración que realiza el organismo a su cargo en Afganistán, donde 3 millones de refugiados y desplazados han vuelto a sus casas durante los últimos dos años, no obstante los problemas de seguridad que aquejan a ese país.
Con respecto a África, el funcionario señaló que el ACNUR inició una operación de repatriación a gran escala en Angola y un programa similar en Eritrea. Asimismo, subrayó el papel central que ha desempeñado la Alta Comisaría en Liberia luego de la salida del poder y del país del ex presidente Charles Taylor.
Sin embargo, reconoció que los trabajadores humanitarios corren cada vez más riesgos al desempeñar su tarea en muchas áreas del mundo.
“El entorno en que operamos se ha hecho más peligroso y polarizado”, dijo Lubbers, quien citó como ejemplos de esta situación el ataque a las oficinas de la ONU en Bagdad el 19 de agosto, que dejó 22 funcionarios muertos, y el asesinato en noviembre de una trabajadora del ACNUR en Afganistán.
Recordó que la naturaleza de la labor del ACNUR está en el terreno, donde se debe forjar una nueva identidad para lidiar con los nuevos desafíos y peligros que implica su trabajo.