UNICEF tendrá como objetivo central en 2004 la supervivencia infantil

UNICEF tendrá como objetivo central en 2004 la supervivencia infantil

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El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) anunció hoy que su trabajo del año entrante tendrá como objetivo principal ayudar a que los niños sobrevivan en un mundo en el que a menudo se ven atrapados en guerras y enfermedades como el VIH-SIDA, además de ser sujetos de explotación y recibir poca atención de la sociedad.

“Todos estos problemas por sí solos suponen dolorosos desafíos para cientos de millones de niños, dijo Carol Bellamy, directora ejecutiva de UNICEF. “Y juntos representan un imperativo global de hacer más por la infancia en 2004”, añadió.

La funcionaria recordó que cerca de 11 millones de niños mueren cada año antes de cumplir su primer lustro y subrayó que decenas de millones sufren discapacidades físicas o mentales permanentes por falta de cuidados básicos de salud.

Bellamy citó la malaria, el sarampión y la diarrea como las tres enfermedades prevenibles o tratables que más vidas infantiles cobran.

El VIH-SIDA ha dejado huérfanos a 14 millones de niños, 11 millones de ellos en el África Subsahariana, y para el 2010, el número de menores huérfanos en esa región a causa del SIDA ascenderá a 20 millones, recalcó.

Sólo en la última década, más de 2 millones de niños murieron como resultado directo de los conflictos armados y más de 6 millones quedaron discapacitados permanentemente o fueron heridos de gravedad.

También a causa de las guerras, se calcula que 20 millones de pequeños fueron forzados a huir de sus hogares y más de un millón quedaron huérfanos o fueron separados de sus familias.

Por otra parte, la explotación y la violencia afecta a cientos de millones de menores: 246 millones trabajan (171 millones de ellos en condiciones riesgosas), 1.2 millones son víctimas del tráfico y la explotación sexual cada año, y unos 300.000 son soldados en 30 países.

Ante esta realidad, la titular de UNICEF destacó que muchos gobiernos –de países pobres y ricos por igual- no reconocen que invertir en la infancia es invertir en el futuro.