FAO difunde nuevos mapas del hambre

Más de un millar de unidades nacionales y subnacionales contribuyeron con datos para la nueva edición de los mapas, que muestran de manera gráfica donde se concentran las necesidades más urgentes.
Combinados con otros datos socioeconómicos y medioambientales, los mapas ayudan a revelar qué factores contribuyen a perpetuar el hambre en diferentes zonas del globo año tras año.
La FAO comenzó esta actividad tras la Cumbre de la Alimentación que tuvo lugar en Roma en 1996 y tiene previsto incluir próximamente datos como sistemas de cultivo, acceso a mercados y áreas frágiles o especialmente vulnerables a la degradación.
Los mapas ilustran de manera rápida y mediante el uso de color y datos estadísticos, la distribución de la desnutrición crónica infantil y el número de niños que precisan ayuda en cada país, lo cuál no se había realizado hasta ahora por no existir suficiente información.
En mapas anteriores, las cifras de desnutrición infantil se calcularon mediante una proyección de los alimentos disponibles y los datos del perfil demográfico de la población.