Asamblea General adopta resolución que pide a la Corte Internacional de Justicia que se pronuncie sobre el muro israelí

Asamblea General adopta resolución que pide a la Corte Internacional de Justicia que se pronuncie sobre el muro israelí

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La Asamblea General de la ONU adoptó hoy una resolución en la que pide a la Corte Internacional de Justicia pronunciarse sobre la legalidad del muro que construye Israel en los territorios ocupados palestinos.

La resolución fue adoptada con 90 votos a favor, 8 votos en contra y 74 abstenciones.

El proyecto de resolución fue presentado por los países árabes luego de que el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, concluyera en un informe del viernes pasado que Israel no está cumpliendo la exigencia de detener y revertir la construcción del muro en los territorios palestinos ocupados.

El informe fue duramente criticado por el embajador israelí, Dan Gillerman, quien lo calificó de “desafortunado” y carente de imparcialidad, equilibrio y perspectiva por no hacer referencia a la campaña de terrorismo contra Israel.

Gillerman también rechazó la posibilidad de una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia.

“¿Qué orientación se busca aquí? ¿En qué medida es relevante para el trabajo de la Asamblea? ¿Cómo puede ser justo pedir o pretender pedir un consejo legal sobre una medida defensiva no violenta adoptada por Israel para protegerse contra el terrorismo, mientras se ignora al propio terrorismo que destruye vidas a sangre fría y sin discriminación?”, preguntó el embajador israelí.

El observador permanente de Palestina ante la ONU, Nasser Al.Kidwa, ofreció una respuesta a esas preguntas.

“En ausencia de cualquier otra medida específica en la práctica para obligar a Israel a detener la construcción del muro y desmantelar las partes existentes, lo mínimo que debemos procurar es afirmar los aspectos legales como la ilegalidad del muro y la necesidad de que no sea reconocido por los estados miembros de Naciones Unidas”, dijo Al-Kidwa.

Confió en que esto constituya una presión adicional para el gobierno israelí que lo induzca a cumplir con las leyes internacionales.