Acuerdan Protocolo para eliminar la munición sin estallar
Artefactos como obuses de mortero, granadas, cohetes y misiles causan miles de víctimas al año entre muertos y heridos en más de ochenta países y constituyen con las minas antipersona un grupo de armas que sigue matando terminado el conflicto.
Dominique Loye -consejero en la Unidad minas y armas de la división jurídica del Comité Internacional de la Cruz Roja- dijo a la Radio de la ONU que esta munición abandonada tiene importantes consecuencias sociales.
“En todos los países que estamos presentes donde desgraciadamente hay guerras -son más de 50 paises- esos restos explosivos causan muchos problemas a la poblacion civil porque o tienen que huir a algunos sitios porque ya no pueden trabajar la tierra, o no pueden regresar a sus viviendas porque todavía hay restos explosivos” dijo Loye.
Las minas antipersona fueron objeto de la Convención de Ottawa que prohibe su fabricación, uso y almacenamiento.
El Protocolo acordado este viernes fue negociado durante tres años, tiene carácter vinculante y obliga a las partes a eliminar o ayudar a destruir la munición así como proporcionar toda la información necesaria.
No incluye las bombas de fragmentación y entrará en vigor cuando lo ratifiquen 20 Estados