Nuevas obras latinoamericanas se añaden al patrimonio intangible de la humanidad
Cuatro de las nuevas obras maestras son de la región latinoamericana y caribeña: las expresiones orales y gráficas de los wajapi de Brasil, la Tumba francesa de la Caridad de Oriente en Cuba, las fiestas indígenas dedicadas a los muertos de México y la cosmovisión andina de los kallawaya de Bolivia.
El día de los muertos en las comunidades indígenas mexicanas se celebra en noviembre y “reviste una importancia considerable en la vida cotidiana de las comunidades indígenas por la dimensión de muerte que propone”, subrayó la UNESCO.
La fiesta de Barranquilla, en Colombia, que nació en 1888 imitando el carnaval europeo, enlaza con manifestaciones de resistencia de los aborígenes y africanos frente a los españoles y permitió al pueblo colombiano conservar sus mitos, creencias y expresiones, afirmó la embajadora María Zulema Vélez.
La Tumba Francesa de la Caridad de Oriente es una manifestación cultural cuyos orígenes se remontan a la fusión entre las danzas populares francesas y la música de África Occidental llevada a Cuba por los esclavos haitianos.
La cosmovisión andina de los kallawaya es un conjunto de creencias, mitos, rituales y valores que ofrecen una imagen original del mundo.
En 2001 la lista de patrimonio no material comenzó con 19 obras entre las que figuran el Misterio de Elche en España, el Carnaval de Oruro en Bolivia, el patrimonio oral de los zápara en Ecuador y Perú y el espacio cultural de la Hermandad del Espíritu Santo de los Congos de Villa Mella en República Dominicana.