FMI: La economía mundial recuperará un ritmo de crecimiento normal
La economía mundial avanzará 3.2% en 2003 y 4.1% en 2004, con lo cual recuperará un ritmo de crecimiento normal, estimó hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En su publicación semestral sobre las perspectivas económicas globales, el FMI mostró cierto optimismo por primera vez en mucho tiempo al calcular que el año entrante la actividad económica podría incluso alcanzar un nivel ligeramente superior al promedio.
Hasta cierto punto, las incertidumbres geopolíticas inmediatas se han disipado, los efectos negativos de la burbuja bursátil están desapareciendo y las políticas de estímulos masivos están empezando a rendir frutos, factores que se han combinado para impulsar la reactivación, explicó Kenneth Rogoff, director económico del Departamento de Análisis del FMI.
Sin embargo, advirtió que la recuperación no será equilibrada: mientras que en Estados Unidos y los países emergentes de Asia la pregunta es qué tan sostenible será el repunte, en Europa todavía no logran el despegue y en Japón el panorama permanece nublado aunque ha mejorado en términos generales.
Además, en el segundo semestre de 2004 los riesgos de desequilibrio global aumentarían en vista de que Estados Unidos seguirá absorbiendo mucho del ahorro mundial neto, gran parte de éste proveniente de las economías asiáticas.
Por otra parte, el hecho de que la recuperación no esté creando empleos pone en riesgo el consumo, recalcó el FMI.
Otro factor que podría amenazar el equilibrio económico global es la posibilidad de una caída drástica en los precios de la vivienda en algunos países, sobre todo cuando las tasas de interés –que se encuentran en niveles históricamente bajos- empiecen a subir.
El FMI añadió los altos niveles de endeudamiento soberano a la lista de preocupaciones.
En suma, hay buenas razones para ser moderadamente optimistas ya que la economía ha empezado a salir del estancamiento, pero no hay que echar las campanas a vuelo, apuntó el Fondo.
El fracaso de las negociaciones de Cancún es una tragedia porque sin el crecimiento sólido del comercio el crecimiento global se desacelerará considerablemente y la pobreza aumentará, concluyó el FMI.