La ayuda vital, enviada por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), consta de raciones de comida para 40.000 personas, además de productos especiales de nutrición para unos 13.000 niños.

Cada ración de alimentos contiene arroz, bulgur, harina de trigo, aceite vegetal, lentejas, arvejas, sal y azúcar suficientes para una familia de cinco personas durante un mes.

El PMA no había podido acceder a la zona desde el 23 de septiembre y en lo que va de 2017 sólo ha logrado asistir a 110.000 de las 400.000 personas que lo precisan con urgencia.

La agencia de la ONU explicó que el único punto de entrada a ese barrio asediado fue cerrado en septiembre, causando una escalada en los precios de la comida, que se han duplicado desde entonces, haciéndolos aún más inaccesibles a la población.

El PMA informó que planea llevar más ayuda a la zona en los próximos días y llamó a las partes en conflicto a permitir el acceso incondicional y seguro de la asistencia humanitaria a los millones de sirios necesitados en todo el país.

Según datos de la ONU, unos 3 millones de personas viven en áreas de difícil acceso en Siria, 420.000 de ellas en zonas sitiadas. Este año, el PMA ha repartido comida a 1,45 millones de personas en esos lugares.