El convoy se desplazaba de Tessalit a Aguelhok en la región de Kidal, al norte del país.

En un comunicado publicado el jueves en la noche, los miembros del Consejo de Seguridad condenaron enérgicamente el ataque y pidieron al gobierno que investigue el incidente y lleve a los responsables ante la justicia.

Subrayaron que atacar a los cascos azules puede constituir un crimen de guerra bajo la ley internacional y pueden constituir un motivo para que el Consejo apruebe sanciones.

En un comunicado de su portavoz, el Secretario General de la ONU condenó enérgicamente el incidente y subrayó que esos ataques no afectarían “la determinación de las Naciones Unidas a apoyar al pueblo de Mali en su búsqueda de la paz”.

Ofreció sus condolencias al gobierno de Chad y a las familias de las víctimas, y deseó la pronta recuperación de los heridos.

Antonio Guterres urgió al gobierno y a los grupos armados a acelerar la implementación del acuerdo de paz.

La resolución 2374 del Consejo de Seguridad del 5 de septiembre de 2017 sobre Mali impone sanciones contra las entidades o individuos que obstruyan la implementación del acuerdo de paz y ataquen al personal de Naciones Unidas.