La intervención es una medida de adaptación al calentamiento global, que cuenta con casi 24 millones de dólares de la ONU, y se llevará a cabo durante 30 años. Tiene previsto salvar 11.000 hectáreas de mangle, 3000 de bosques de ciénaga y 900 de hierbazales de ciénaga, beneficiando más de un millón de personas.