En conflictos alrededor del mundo, los niños se han convertido en objetivo de ataques, son usados como escudos humanos, asesinados, esclavizados y reclutados para luchar. En 2017, el número de niños que han padecido estos graves abusos ha crecido a un
ritmo chocante, advierte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (
UNICEF), y los actores de los conflictos no respetan las leyes internacionales que fueron diseñadas para proteger a los más vulnerables.