Un informe de la ONU reconoce los esfuerzos que ha hecho el Gobierno iraquí para que los militantes del ISIS rindan cuentas ante la justicia por las atrocidades cometidas; sin embargo, expone graves preocupaciones con respecto a algunos juicios que no cumplen con los estándares internacionales o que, incluso, se basan en confesiones obtenidas bajo tortura.