En su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, un grupo de expertos aseguró que los migrantes centroamericanos son sometidos a secuestros, extorsiones, robos, reclutamiento forzado, abusos sexuales y violencia física en su camino hacia el norte, no solo por pandillas delictivas, pero también por miembros de la policía y del servicio de inmigración.