Un mes después del terremoto de 7,8 grados en la escala Richter que azotó Nepal, matando a miles de personas y causando una amplia destrucción en gran parte del Valle de Katmandú, las agencias humanitarias de Naciones Unidas continúan sus operaciones apoyando a las autoridades locales y nacionales con los esfuerzos de rescate y recuperación.