Mayerlín Vergara dirige un hogar en el norte del país que, además de colombianos, actualmente ayuda a niños migrantes y refugiados venezolanos que han sufrido un gran trauma al ser desarraigados de su país y que, en ocasiones, han sido víctimas de explotación sexual. La ganadora asegura que en sus dos décadas de experiencia nunca había visto una situación igual.