En primera persona: Atrapado entre dos fuegos en Sudán

Raghuveer Sharma dice que se sintió aliviado cuando vio al ejército indio en Port Sudan. "En ese momento sentimos que nuestras vidas se salvarían".

Entregaron armas a niños, que en su lugar debían haber tenido un bolígrafo y un libro en la mano.

Raghuveer Sharma
Raghuveer Sharma dice que se sintió aliviado cuando vio al ejército indio en Port Sudan. "En ese momento sentimos que nuestras vidas se salvarían".

En primera persona: Atrapado entre dos fuegos en Sudán

Paz y seguridad

Raghuveer Sharma, un trabajador de una planta siderúrgica de Sudán, cuenta cómo quedó atrapado en el conflicto armado en el país, el cual comenzó el pasado 15 de abril y ha dejado ya más de 500 muertos y decenas de miles de desplazados. Sharma tuvo que permanecer escondido durante siete días a 15 kilómetros de la capital sudanesa, antes de poder ser rescatado y volver a su país, India.

En medio de la mortífera lucha de poder entre los principales líderes militares de Sudán, las evacuaciones han comenzado, incluyendo la Operación Kaveri de la India, que ha ayudado a más de 3500 ciudadanos indios que viven en el país. Raghuveer Sharma es uno de ellos y ha relatado a Noticias ONU de primera mano la trágica situación que se está viviendo en Sudán.

Al mismo tiempo, las agencias de las Naciones Unidas también están ayudando a proporcionar ayuda de emergencia, incluida la Organización Internacional para las Migraciones, cuya Matriz de Seguimiento de Desplazados tiene como objetivo ayudar a los refugiados y a los nacionales de terceros países que intentan desesperadamente huir de los combates escapando a los países vecinos.

El ejército nacional sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), una unidad paramilitar, mantienen un violento conflicto desde el 15 de abril. Según la ONU, al menos 528 personas han muerto en los combates, mientras que se calcula que decenas de miles de personas han sido desplazadas internamente, entre ellas más de 120.000 que han huido a países vecinos.

Aviones de combate sobrevolaban la casa de huéspedes donde nos alojábamos, lanzando munición y misiles.

Raghuveer Sharma se trasladó a Sudán en 2021 con su hermano. Cuando estalló la violencia, trabajaba en la planta siderúrgica Omega y vivía con 160 trabajadores en una casa de huéspedes en las instalaciones de la empresa, a 15 kilómetros de la capital, Jartum.

"Trabajábamos para limpiar el medio ambiente reciclando chatarra. Hacía casi dos años que vivía allí y las cosas iban bien. Inesperadamente, el conflicto comenzó el 15 de abril. Tanto los militares como los paramilitares se enfrentaron entre sí, y el aeropuerto fue bombardeado e incendiado.

Cuando el aeropuerto quedó destruido, nos preocupó cómo íbamos a volver a casa. Ni siquiera pudimos contactar con nadie en nuestro país. Intentamos ponernos en contacto también con la Embajada india, pero los problemas de red lo dificultaron.

Aviones de combate sobrevolaban la casa de huéspedes donde nos alojábamos, lanzando munición y misiles.

Estábamos muy preocupados por cómo llegar a un lugar seguro en Sudán.

En tiempos más felices, Raghuveer Sharma visitó con su hermano el río Nilo.
Raghuveer Sharma
En tiempos más felices, Raghuveer Sharma visitó con su hermano el río Nilo.

Saqueo e intimidación

El 17 de abril, un grupo de hombres armados entró en la casa de huéspedes. Todos nos encerramos en una habitación por miedo. Estaban haciendo destrozos y disparando sus armas indiscriminadamente y hablando en un idioma local que no podíamos entender.

Entonces tomaron como rehén a uno de nuestros colegas, quien empezó a gritar pidiendo ayuda.

Armándonos de valor, fuimos a rescatarlo y les dimos todo lo que teníamos, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, les dimos las llaves de los vehículos, y así conseguimos echarlos".

Cambiando los coches por nuestras vidas

Ideamos un plan: en cuanto los grupos armados llegaran a la casa de huéspedes, no les dejaríamos entrar. Pensamos que mientras tuviéramos vehículos y teléfonos móviles que se pudieran llevar, estaríamos a salvo. Dejaríamos que se llevaran lo que quisieran, nosotros sólo necesitábamos comida para sobrevivir. Debíamos mantener nuestras raciones escondidas.

Volvían una y otra vez, hora tras hora, y se llevaban lo que querían. Venían, les ofrecíamos un coche y se lo llevaban. Teníamos entre 10 y 15 vehículos.

Así durante siete días. Venían todos los días y nos reuníamos en la puerta de la casa de huéspedes. Durante ese tiempo, no podíamos dormir bien ni comer. Cuando venían, salíamos y les dábamos lo que querían. Manteniendo la calma, pudimos salvar nuestras vidas.

Ciudadanos indios haciendo cola en Port Sudan tras ser rescatados de Jartum.
Raghuveer Sharma
Ciudadanos indios haciendo cola en Port Sudan tras ser rescatados de Jartum.

Niños soldados

Lo extraño era que esos combatientes armados parecían ser en su mayoría niños, de unos 10 a 15 años. No parecían saber cuándo y cómo disparar un arma. Entregaron armas a niños, que en su lugar debían haber tenido un bolígrafo y un libro en la mano.

Mientras tanto, no había un contacto continuo con nuestras familias. Nos saquearon al menos 150 teléfonos, pero mantuvimos ocultos una docena. Tuvimos que hacer frente a graves problemas de red, pero una vez que nos pusimos en contacto con la Embajada, comenzaron las labores de evacuación.

Inmensa sensación de alivio

El 23 de abril nos recogió un autobús que nos llevó en un viaje de casi 1000 kilómetros hasta Port Sudan. Cuando llegamos a la ciudad, por fin nos sentimos aliviados al ver al Ejército indio. Sentimos un inmenso alivio al saber que nuestras vidas podrían salvarse.

Sólo podemos rezar por Sudán. Sería bueno que la ONU tomara alguna medida, especialmente por los niños que están siendo explotados por los paramilitares.

La gente de Sudán nos quiere y está encantada de ayudar. Hay mucho respeto por los indios. La gente también está loca por Bollywood. Los sudaneses escuchan canciones en hindi, y las estrellas indias de Bollywood, como Amitabh Bachchan, Shah Rukh Khan o Salman Khan, son fácilmente reconocibles por todos.

Espero que todo vuelva pronto a la normalidad en el país.