Haití

El desplazamiento en Delmas, en Port Au Prince, (Haití) se ha convertido en un actividad peligrosa.
PNUD/Borja Lopetegui González

En primera persona: Un panorama de infierno en Haití

Samuel (nombre ficticio) creció cerca de Puerto Príncipe, la capital de Haití, y ha visto cómo el que fue su hogar de niño se ha sumido en un caos progresivo y de violencia callejera. Ahora, como miembro del personal de la agencia de la ONU para el desarrollo en el país, se enfrenta al riesgo diario de ser secuestrado o de sufrir un destino aún peor.

Las mujeres trabajando para rehabilitar las carreteras dañadas por el terremoto en el suroeste de Haití.
PMA Haití/Theresa Piorr

Haití: camino de la recuperación tras el terremoto

Azotado ya por la crisis económica, el COVID-19, el asesinato de su jefe del Estado, la inseguridad creciente y la escalada de secuestros por parte de bandas, Haití recibió un último varapalo el 21 de agosto de 2021. Un terremoto mortal de magnitud 7,2 golpeó el suroeste del país, causando 2200 muertes y casi 13.000 heridos y una destrucción generalizada en las zonas rurales. Seis meses después, se celebra en la capital una conferencia para tratar el tema de la reconstrucción y recuperación del país.  

Haití encara una crisis política,social y humanitaria.
© UNICEF/Georges Harry Rouzier

La ONU insta a los Estados a no deportar a los haitianos y a evaluar sus necesidades de protección

Cuatro agencias de las Naciones Unidas piden a los países de América no expulsar a los haitianos antes de evaluar sus necesidades de protección. Abogan por vías migratorias regulares y afirman que las condiciones de Haití no son propicias para los retornos forzados. “El derecho internacional prohíbe las expulsiones colectivas”, subrayan.

Estas niñas haitianas reciben almuerzos escolares del PMA.
ONU/Leonora Baumann

La falta de fondos amenaza la vida de 86.000 niños en Haití

La pandemia de COVID-19, el aumento de la violencia y la falta de acceso a servicios de nutrición y agua potable, así como las condiciones climáticas extremas, afectan cada vez más la vida de los niños haitianos; sin embargo, se trata de una crisis humanitaria desatendida. El fondo para la niñez precisa de 3 millones de dólares inmediatamente para no suspender en junio la asistencia vital que ofrece a miles de pequeños en ese país.