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Haití

La inseguridad empeoró en Puerto Príncipe desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
JOA/Yes Communication Design

Haití: El Secretario General pide al Consejo de Seguridad que considere enviar una fuerza internacional

La solicitud de un despliegue inmediato provino del gobierno haitiano. La fuerza armada atendería la crisis humanitaria y brindaría seguridad para el paso de medicamentos, alimentos, combustible y agua entre puertos y aeropuertos. La isla caribeña enfrenta un nuevo brote de cólera que no puede atenderse mientras la entrada de combustible permanezca bloqueada por las pandillas.

Puerto Príncipe, capital de Haití.
PNUDHaiti/Borja Lopetegui Gonzalez

La ONU pide establecer un corredor humanitario en Haití para sortear a las bandas armadas

En medio de la actual crisis económica, la inseguridad y un brote mortal de cólera, la Organización necesita ese corredor para acceder a la principal terminal de combustible. La situación ha provocado una escasez de combustible que ha obligado a cerrar muchos hospitales y centros de salud, y ha afectado a la distribución de agua.

Jessica y Jess Valcin son hermanas gemelas nacidas en Haití. Llegaron a Tijuana, México, en 2017 y han estado brindando su apoyo al albergue Espacio Migrante desde ese momento, como líderes de la comunidad haitiana.
OIM/Alejandro Cartagena

Haitianas fuera de su país se convierten en activistas de los derechos de las mujeres y los migrantes

Las historias de las haitianas Nina, Rosenie, las hermanas Valcin y Gepsie tienen un denominador común: se vieron forzadas a abandonar su país. Aunque por distintas razones, todas han sufrido experiencias terribles y comparten el mismo objetivo: ejercer el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres y de los migrantes. 

Niños de regreso a la escuela tras el terremoto de Haití en agosto de 2021.
© UNICEF/Diaz Mercado

Haití: La violencia de las bandas impiden que medio millón de niños vayan a clase

Más de 1700 escuelas de Puerto Príncipe, la capital del país, siguen cerradas debido a las actuaciones criminales de las pandillas. Los niños en peligro de abandonar la escuela son, supuestamente, reclutados por las bandas y se les paga un salario semanal. Armar a los niños y utilizarlos como soldados es una violación de sus derechos y está condenado por las leyes nacionales e internacionales