Las plagas del cambio climático: una amenaza para la sanidad vegetal

Las plagas del cambio climático: una amenaza para la sanidad vegetal

Las plantas son la base fundamental para la vida en la tierra, y son el pilar más importante de la nutrición humana. Nos proporcionan el 80% de los alimentos que consumimos y producen el 98% del oxígeno que respiramos.

Actualmente el 40% de los cultivos alimentarios mundiales se pierden cada año a causa de plagas y enfermedades vegetales, esto hace que millones de personas sufran hambre y perjudica gravemente la agricultura, el principal medio de vida de las comunidades rurales.

El cambio climático ha entrado a jugar un gran papel en esta problemática: la diferencia de temperaturas, la humedad y los gases de la atmósfera modifican el crecimiento y la capacidad con que se generan las plantas, los hongos, y los insectos, alterando la interacción entre las plagas, sus enemigos naturales y sus huéspedes.

Escuchamos al doctor Francisco Javier Trujillo, director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria de México a Noticias ONU.

"Prácticamente todos los alimentos que consumimos ya sean frescos, como una manzana u otras frutas, o procesados como son el trigo, el maíz, el arroz, así como la base primaria de alimentación de la proteína animal que consumimos, huevos, carne, pollo… Todos provienen de las plantas. Esa es una razón suficiente para que sean un patrimonio de la humanidad”

El experto explica que las plantas, entre las que se encuentran los árboles en los bosques, algunos tan grandes como el Amazonas, funcionan como un arma contra el cambio climático.

“Las plantas nos dan servicios ambientales muy importantes: participan en el ciclo del agua, evitan que el agua de lluvia se pierda y en vez se incorpore a flujos de formación de acuíferos y que podamos crear pozos. Son las que estabilizan la temperatura y aportan a un clima más estable. También nos defienden de la contaminación a través del secuestro de dióxido de carbono que sabemos que será lo que a su vez nos va a defender de un efecto invernadero”.

El doctor Trujillo aclara que además de ser nuestra fuente de alimento y oxígeno, son también la materia prima de muchas medicinas que utilizamos en todos los sistemas de salud.

“Se estima que el 40% de las medicinas de patente provienen de una planta, pero también nos dan material de construcción, nos dan combustible, nos dan fibras para nuestra vestimenta. Las plantas son la base del bienestar humano”

El cambio climático y las actividades humanas están alterando los ecosistemas, mermando la biodiversidad y creando condiciones en las que las plagas pueden prosperar. Al mismo tiempo, los viajes y el comercio internacional se han triplicado en la última década y pueden propagar rápidamente plagas y enfermedades por todo el mundo, causando importantes daños a las plantas autóctonas y al medio ambiente.

Las langostas, las orugas, las moscas de la fruta, la roya del trigo y las enfermedades del banano y de la mandioca son algunas de las plagas y enfermedades transfronterizas de las plantas más destructivas.

En el caso de México, por ejemplo, se lleva a cabo una batalla contra la mosca del Mediterráneo, una especie que puede dañar a más de 200 especies de frutas y hortalizas, afectando directamente la producción y el comercio de estos productos.

“Ya hemos combatido tres generaciones de esa plaga que identificamos en un puerto que es el de mayor comercio con Asia Esto es solamente un ejemplo de a lo que estamos expuestos en el país al ser tan activos en el comercio internacional. Otra plaga como el gorgojo Khapra de productos originarios de Asia y África pueden llegar a invadir el territorio mexicano, y estas son plagas que actualmente no están en todo el continente”, añade el experto.

México ha logrado detectar tempranamente la plaga del gorgojo Khapra en varios puntos de ingreso del país y evitarla a través de inspecciones de embarques provenientes de Nigeria, Sudán, y Burkina Faso, entre otros.

El doctor  Trujillo dice que en México ya se pueden ver los efectos del cambio climático en las plagas, especialmente en el caso de la roya del café.

“Lo hemos vivido en los últimos años, antes la roya del café solo se veía a una altura de 300 metros o menos sobre el nivel del mar, y ahora la estamos viendo arriba de los 600 metros. Ha habido un cambio en las temperaturas de 1 a 2 grados que le ha dado la oportunidad de crecimiento a este hongo”, explica.

La roya es un hongo parásito cuyas esporas pueden dispersarse por el viento a miles de kilómetros de distancia y causa que se enfermen y pierdan las hojas de las plantas de café.

Según la FAO, México ha tenido un declive en la producción cafetera desde 2012, ligado principalmente a los brotes de roya, un ejemplo de como el cambio climático puede directamente afectar un producto alimenticio y a su vez la economía de una nación.

 México ha pasado de ser el cuarto productor de café a nivel mundial a situarse en el undécimo puesto en 2017

Pero no son solo los cambios de temperatura los que representan el peligro, sino los fenómenos climáticos en sí mismo.

“El cambio climático se asocia a tormentas tropicales, a movimientos violentos de viento que pueden trasladar una plaga. Plagas como la de la mosca de la fruta, que se encuentran en el Caribe, podrían llegar a territorio continental mexicano a través de una tormenta”, asegura el experto.

Las moscas de la fruta pueden crear enormes daños a la producción de fruta y hortalizas y, conforme sigan aumentando las temperaturas mundiales, aparecen en más regiones.

Ahora escuchamos a Mirko Montuori, especialista de información pública de la mencionada Organización.

 

La salud de las plantas y el cambio climático están irreversiblemente relacionados. El cambio climático está influyendo en el movimiento y los ciclos de vida de las plagas de manera impredecible, y, además, puede destruir en si a las plantas debido a eventos climáticos extremos o también a cambios en las temperaturas”,

En África, por ejemplo, actualmente los eventos climáticos han facilitado un brote de langostas del desierto sin precedentes que han devastado miles de hectáreas de tierra en Etiopía, Kenia, Somalia, y ha llegado hasta Djibouiti y Eritrea, gracias a las lluvias inusualmente intensas y el aumento de la frecuencia de los ciclones en el Océano Índico. La plaga consume diariamente vegetales que podrían alimentar a 35.000 personas. Y se teme que pueda saltar al continente asiático.

¿Qué podemos hacer para proteger la biodiversidad vegetal?


El cambio climático es un problema que afecta a todos los países, por lo tanto, se necesita la cooperación mundial para afrontarlo a través de, por ejemplo, la reducción de emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera. Sin embargo, las plagas de las plantas necesitan estrategias a nivel local y regional, por lo que se debe invertir en sistemas de combate y detección precoz.

  “el peor escenario es que se introduzca una plaga y nosotros nos enteremos seis meses después, cuando es prácticamente imposible erradicarla. Tenemos que desarrollar métodos efectivos y rápidos de búsqueda de esas enfermedades teniendo en cuenta que el factor climático va a ayudarles a avanzar geográficamente”.

Según la FAO, al prevenir la propagación y la introducción de plagas en nuevas zonas, los gobiernos, agricultores y otros actores de la cadena alimentaria -como el sector privado-, pueden ahorrar miles de millones de dólares y garantizar el acceso a alimentos de calidad.

“Mantener las plantas o los productos vegetales libres de plagas y enfermedades ayuda además a facilitar el comercio y garantiza el acceso a los mercados, en especial para los países en desarrollo. Para ello, es importante reforzar la adhesión a los reglamentos y normas fitosanitarias armonizados a nivel internacional”, afirma Montuori.

El Año Internacional de la Sanidad Vegetal (AISV)  busca precisamente concienciar a nivel mundial sobre cómo la protección de la salud de las plantas puede ayudar a erradicar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico.
 

El Año hace hincapié en la prevención y la protección, y en la función que cada uno podemos desempeñar para garantizar y promover la sanidad vegetal.

 

También se trata de una oportunidad para recordarle al público que los controles que se realizan en aeropuertos y fronteras son esenciales y deben ser respetados.

 

Un turista transfronterizo nunca debe traer mercancías que pudieran ser la vía para una plaga exótica. En algunos países es muy claro, como en Estados Unidos y Australia. Cualquier ciudadano, aunque no conozca nada de este tema ni de agricultura, sabe perfectamente que puede ser detenido por ocultar un material vegetal, alguna semilla que alguien compró en el país donde estaba, puede ser multado e incluso encarcelado. Este mensaje tiene que generalizarse a todos los ciudadanos”, añade Trujillo.

 

Para el experto lo importante es que el público entienda que una acción que parece que no va a tener un impacto puede ser el comienzo de un brote de enfermedad devastador, como lo que ocurrió en África con el gusano cogollero.

 

Las empresas también deben hacer su parte: “aquellos que se dedican en forma sistemática a hacer movimientos transfronterizos de miles de toneladas, ya sea de arroz o de trigo deben entender que el cumplimiento legal de estas disposiciones de cuarentena es vital, no solamente para evitar sanciones, sino para su propio futuro económico como empresa importadora de alimentos o de productos agrícolas”.

 

¿Cómo participar en el Año Internacional?

 

La FAO planea una serie de eventos de alto nivel sobre la salud fitosanitaria para 2020, incluido durante la semana de debates de la Asamblea General, pero además le ha pedido al público que corra la voz y participe.

 

“Por ejemplo, tenemos un concurso de fotografía en colaboración con el capítulo italiano de National Geographic y estamos llamando a fotógrafos aficionados y profesionales para que se unan para mostrar el impacto de plagas de plantas en sus territorios”, explica Montuori.

 

Además, actualmente hay un llamado de historias de interés humano sobre la sanidad vegetal, en las que se les pide a las personas que compartan sus experiencias personales e inspiren a otros a tomar medidas.

 

Descargar

Las plantas son la base fundamental para la vida en la tierra, y son el pilar más importante de la nutrición humana. Nos proporcionan el 80% de los alimentos que consumimos y producen el 98% del oxígeno que respiramos.

Actualmente el 40% de los cultivos alimentarios mundiales se pierden cada año a causa de plagas y enfermedades vegetales, esto hace que millones de personas sufran hambre y perjudica gravemente la agricultura, el principal medio de vida de las comunidades rurales.

El cambio climático ha entrado a jugar un gran papel en esta problemática: la diferencia de temperaturas, la humedad y los gases de la atmósfera modifican el crecimiento y la capacidad con que se generan las plantas, los hongos, y los insectos, alterando la interacción entre las plagas, sus enemigos naturales y sus huéspedes.

En el Año Internacional de la Sanidad Vegetal, la ONU quiere poner en lo alto de la agenda mundial la importancia de proteger nuestra biodiversidad vegetal. 

Audio Credit
Laura Quiñones
Duración
9'26"
Photo Credit
FAO Burundi / Gustave Ntaraka