La francesa Bea Johnson se ha basado en su experiencia para escribir un libro sobre cómo vivir sin generar desperdicios.

Antes de encontrar la casa de sus sueños, su familia tuvo que vivir en un pequeño apartamento. Debido al tamaño de la vivienda, se deshicieron de muchas cosas y fue entonces cuando se dieron cuenta de que tenían que cambiar su forma de consumir.

Diez años después, Bea, su marido y sus hijos han logrado adoptar un estilo de vida sostenible con el que no producen más de medio litro de desperdicios al año.

Un resultado obtenido gracias a las reglas:

• rechaza lo que no necesites;

• reduce de lo que necesitas;

• reutiliza lo que consumes;

• recicla lo que no puedes rechazar, reducir o reutilizar;

• y composta el resto.

La familia ha disminuido así la cantidad de prendas de sus armarios y usa productos reutilizables para hacer la compra.

Todo ello les ha permitido reducir sus gastos en un 40 % y emplear el dinero para vivir experiencias que antes no se hubieran planteado. 

Bea Johnson, lo define de la siguiente forma:

Se traduce en una vida sencilla, que se basa en las experiencias y no en los bienes materiales. Es una vida simple que permite dedicar más tiempo a hacer lo que a uno le parece importante. En definitiva, es un estilo de vida basado en el ser y no en el tener.