Los jóvenes alzan la voz por un mundo libre de armas nucleares

Los jóvenes alzan la voz por un mundo libre de armas nucleares

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Las armas nucleares deben quedar en el pasado, subrayó esta semana un grupo de 100 jóvenes de 54 países que participaron en Viena de la Conferencia sobre Ciencias y Tecnologías para el monitoreo de esas explosiones. Rocío Franco conversó con ellos:

La amenaza de las armas nucleares les afecta a todos, aún a aquellos que no viven en países con capacidad para desarrollar ese arsenal. La vida como la conocemos podría cambiar radicalmente en la eventualidad de una guerra nuclear.

Esta es la preocupación de un grupo de 100 jóvenes de 54 países que tomaron las redes sociales esta semana para hacer correr la voz sobre la urgencia de detener los ensayos nucleares.

Los jóvenes participan de la Conferencia 2017 sobre Ciencias y Tecnologías en el monitoreo de esas pruebas, que se celebró en Viena, Austria. El encuentro fue convocado por la Comisión Preparatoria del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares, conocida como CTBTO, una organización asociada a la ONU.

“Aunque los jóvenes no seamos líderes gubernamentales o no nos encontremos en posición de influenciar las políticas públicas, tenemos voz y cuando usamos nuestra voz de forma colectiva podemos generar un gran impacto”, dijo Carlos Rodríguez, un estudiante de la Universidad de Texas en Dallas, Estados Unidos.

“Tenemos que encontrar formas de colaborar a través de las fronteras para asegurarnos de vivir en un mundo pacífico y seguro para que las generaciones futuras lo puedan disfrutar”, subrayó Carlos.

Los jóvenes escucharon las ponencias de científicos de todo el mundo especializados en tecnologías para detectar esas explosiones y se dedicaron a usar las redes sociales y escribir artículos en Internet para animar a otros a presionar por la entrada en vigor del tratado.

Ese instrumento aún no se ha convertido en ley porque todavía requiere de la firma y ratificación de ocho países con capacidad de desarrollar esas armas. Estos son Estados Unidos, China, Egipto, India, Irán, Israel, Pakistán y Corea del Norte.

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Juan Bustamante, un joven ecuatoriano que estudia en Vancouver, Canadá. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco
“En la actualidad existe una gran amenaza nuclear. Es importante que sepamos que existe una solución. El tratado es el primer paso hacia un mundo libre de armas nucleares, lo que garantiza paz para todos”, indicó Juan Bustamante, un joven ecuatoriano que estudia en Vancouver, Canadá.

El tratado impide que los países adquieran la tecnología necesaria para desarrollar esas armas y en la eventualidad de que ya las posean, probarlas para que se vuelvan más poderosas.

Juan animó a otros jóvenes a hablar con sus amigos sobre el contenido del  tratado para que aumente la conciencia sobre su entrada en vigor.

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Kevin Bai, estadounidense de origen chino que actualmente estudia y trabaja en Dubai. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco
“Las armas nucleares deben ser una cosa del pasado”, sostuvo otro de los activos participantes del grupo de jóvenes. Kevin Bai tiene 21 años. Nació en China, se crio en Estados Unidos y actualmente estudia y trabaja en Dubai.

Su mensaje está dirigido a los jóvenes de Asia:

“Los ojos del mundo están puestos en Asia, porque será el centro del crecimiento y del progreso. Si eres un residente de Asia no deberías conformarte con que tu país sea un líder en desarrollo económico, o investigación científica. Deberías exigir que también sea un líder en paz y diplomacia porque la estabilidad es la fundación sobre la que se construye la civilización humana”, enfatizó Kevin.

“Si crees que una guerra nuclear y los ensayos nucleares no pertenecen en nuestras sociedades y deberíamos deshacernos de ellos, entonces puedes contribuir en este movimiento”, animó Kevin a otros jóvenes.

La forma en que pueden hacerlo, dijo, es familiarizarse con el contenido del tratado y con el problema, para luego hablar de ello y difundir el mensaje.

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Magdelene Wangui una joven de Nairobi, Kenya. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco
Magdelene Wangui una joven de Nairobi, Kenya también pidió a los jóvenes de África a apoyar a los que viven en los países del llamado anexo II del tratado, aquellos con capacidad nuclear pero que presentan objeciones a la ratificación del instrumento, a  insistir en que sus gobiernos tomen una decisión afirmativa.
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Alan Juárez, de México. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco
Alan Juárez de México, lo resumió de esta manera: “Tenemos el poder de cambiar el futuro. No solamente los jóvenes de México o de América Latina. Podemos alzar las voces en todo el mundo. Educarnos y cambiar la situación. Todas estas tensiones, las armas nucleares, la crisis de derechos humanos, tenemos el poder de poner fin a estos problemas”, dijo el estudiante de 26 años.
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Rizwan Asghar, de Pakistán. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco
Rizwan Asghar vive en Pakistán, uno de los ocho países de cuya ratificación depende que el tratado adquiera fuerza de ley.

Su interés en el tema se fundamenta en la siguiente preocupación:

“Vengo de un país en el que todavía debemos alimentar a millones de personas. Al mismo tiempo, mi país invierte billones de dólares en el desarrollo de armas nucleares. No entiendo ese razonamiento. No existe ninguna lógica en aumentar el arsenal nuclear”, subrayó Rizwan.

“Es hora de que Pakistán ratifique el tratado”, insistió el joven pakistaní.

Invitó a los jóvenes de su país a usar las redes sociales para generar presión sobre los políticos con influencia en estas decisiones.

Antes de la apertura a la firma del tratado en 1996, en el mundo se llevaron a cabo 2.000 ensayos nucleares. Estados Unidos condujo 1.000 de ellos y la entonces Unión Soviética, 700.

Tres países quebrantaron la moratoria de facto desde esa fecha. India y Pakistán en 1998 y Corea del Norte en 2006, 2009, 2013 y dos veces en 2016.

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Natalia Zhurina de Rusia. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco
Natalia Zhurina de Rusia, un país que ya ratificó el instrumento, subrayó la importancia de tomar este paso.

“Es vital porque le debemos un futuro de paz a nuestros hijos y a las generaciones venideras”.

Duración: 5’46”

Producción: Rocío Franco

Música: Monplaisir, Crush. Free Music Archive.

Photo Credit
Carlos Rodríguez, un estudiante de la Universidad de Texas en Dallas, Estados Unidos. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco