Los parlamentarios sufren cada vez más violaciones de sus derechos, especialmente si son mujeres

Parlamentarios de todo el mundo reunidos en Belgrado (Serbia) durante la 141ª Asamblea de la Unión Interparlamentaria en octubre de 2019.
UIP
Parlamentarios de todo el mundo reunidos en Belgrado (Serbia) durante la 141ª Asamblea de la Unión Interparlamentaria en octubre de 2019.

Los parlamentarios sufren cada vez más violaciones de sus derechos, especialmente si son mujeres

Derechos humanos

De los 552 casos examinados este año por un comité de la Unión Interparlamentaria, 98 se referían a abusos contra hombres y 454 contra mujeres. Por quinto año consecutivo, las Américas acaparan el mayor porcentaje de violaciones impulsado por un gran número de casos de Venezuela. Entre los abusos que sufren los legisladores en todo el mundo figuran las amenazas, las intimidaciones y la restricción de la libertad de expresión.

En vísperas del Día de los Derechos Humanos, que se celebra el 10 de diciembre, la Unión Interparlamentaria ha publicado sus cifras anuales sobre los abusos de los derechos humanos experimentados por parlamentarios de todo el mundo.

Los números confirman una tendencia ascendente en las denuncias de violaciones de sus derechos, una tesitura al alza desde hace cuarenta años, cuando se creó el Comité de Derechos Humanos de la Unión Interparlamentaria*.

También revelan un repunte en los actos de intimidación y violencia, siendo las parlamentarias las que los sufren de manera más desproporcionada. De los 552 casos examinados este año por el citado Comité 98 se referían a abusos contra hombres y 454 contra mujeres.

Significativamente, el 85 % de los casos examinados afectan a parlamentarios de la oposición.

Las violaciones más habituales de los derechos humanos fueron:

1.            Suspensión y pérdida del mandato parlamentario de manera injustificada

2.            Falta de un juicio justo y otros procedimientos imparciales

3.            Amenazas y actos de intimidación

4.            Violación de la libertad de expresión

Las amenazas y actos de intimidación suben en la lista

Una de las novedades más preocupantes del informe es que, en 2020, las amenazas y los actos de intimidación ascendieron del cuarto al tercer lugar en la lista de las violaciones más habituales de los derechos humanos que afectan a los parlamentarios.

Las cifras revelan que las parlamentarias están mucho más expuestas a la tortura, el maltrato y los actos de violencia, ya que en los casos examinados hay un 34 % de parlamentarias afectadas en comparación con el 18 % de sus homólogos hombres.

En 2020, la Unión Interparlamentaria examinó 98 casos que concernían a parlamentarias, lo que supone un aumento en relación con los 85 casos de 2019. Esto representa el 18 % de todos los casos llevados ante el Comité, un número casi tres veces superior al de hace seis años (34 mujeres en 2014).

 

Miembros del parlamento Somalí atienden la ceremonia de inauguración en Mogadishu el 27 de Diciembre de 2016. Foto: ONU/Ilyas Ahmed
Miembros del parlamento Somalí atienden la ceremonia de inauguración en Mogadishu el 27 de Diciembre de 2016. Foto: ONU/Ilyas Ahmed

Las Américas a la cabeza, también de las amenazas y actos de intimidación

Por quinto año consecutivo, las Américas acaparan el mayor porcentaje de violaciones de los derechos humanos de los parlamentarios, el 32 % o 178 de los 552 casos, impulsadas por el gran número de casos de Venezuela.

En ese país, la Unión Interparlamentaria sigue supervisando estrechamente las acusaciones que afectan a 134 parlamentarios venezolanos de la coalición de partidos de la oposición con el telón de fondo de las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre.

Según las pruebas de que dispone el Comité, casi todos los parlamentarios han sido objeto de ataques, amenazas, acoso o intimidación de otro tipo por parte de partidarios del Gobierno.

Las Américas son, además, la única región donde la violación más frecuente de los derechos humanos es “Amenazas y actos de intimidación”, la cual afecta directamente a la integridad física de los parlamentarios.

La región de Oriente Medio y Norte de África es el origen del segundo mayor porcentaje de casos denunciados, el 25%.

El Comité de la Unión Interparlamentaria está observando más casos originados en los mismos países que en los últimos años, lo que indica que la situación en estos países (Brasil, Colombia, la República Democrática del Congo, Venezuela y el Yemen) está empeorando, especialmente para los parlamentarios de la oposición.

Violaciones de los derechos humanos en tiempos de COVID-19

La pandemia provocada por el coronavirus ha proporcionado a algunos gobiernos la oportunidad de actuar contra los parlamentarios de la oposición por medio del uso de leyes sobre el confinamiento para detenerlos o vulnerar de otra manera sus derechos, especialmente en Venezuela, Uganda y Zimbabwe, asegura la Unión Interparlamentaria.   

En diciembre de 2020, el Comité tiene previsto examinar los casos de 30 parlamentarios detenidos en nueve países (Côte d’Ivoire, Eritrea, Gabón, Iraq, Mongolia, Níger, Palestina, Filipinas y Turquía).

Puesta en libertad de algunos parlamentarios tras la actuación de la UIP

Las buenas noticias son que la presión ejercida por la Unión Parlamentaria y la comunidad parlamentaria mundial ha contribuido a la puesta en libertad de algunos parlamentarios detenidos. Por ejemplo, cuatro parlamentarios de Côte d’Ivoire pudieron volver a sus hogares recientemente.

*El Comité de Derechos Humanos de los Parlamentarios de la UIP es el único mecanismo internacional de denuncia con el mandato de defender los derechos humanos de los parlamentarios perseguidos. Entre sus funciones figuran movilizar a la comunidad parlamentaria internacional para apoyar a los parlamentarios amenazados, presionar a las autoridades nacionales, visitar a los parlamentarios en peligro y enviar observadores a los procedimientos judiciales. El Comité está compuesto por 10 parlamentarios de distintas regiones del mundo que son elegidos por sus homólogos para ejercer un mandato de cinco años.